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El tratamiento de una infestación de ácaros en aves depende de la especie de ácaro. Para poder iniciar una terapia específica, es indispensable contar con un diagnóstico detallado. Si se ha podido detectar la especie de ácaro, por ejemplo, con el microscopio, se pueden implementar las terapias siguientes: El ácaro rojo de las gallinas requiere un tratamiento muy exhaustivo con un medicamento antiparasitario (p. ej., ivermectina). Pero no solo el pájaro necesita la terapia, sino también su entorno. Dado que este ácaro puede sobrevivir en la jaula durante un mes, la terapia debe prolongarse varias semanas. Si esto no es suficiente, habrá que higienizar totalmente la zona de la jaula. Los ácaros que comen escamas, como el de las patas escamosas o las plumas, se combaten con pipetas (como ivermectina o fipronil). Se aplican en la nuca del pájaro y matan a los ácaros. En general, basta con aplicarlas una vez. También se puede aplicar aceite de parafina en los puntos afectados de la piel. Sin embargo, este método es más largo y no es seguro que surta efecto. En ese caso, habrá que cambiar a otros remedios. Contra el ácaro de los sacos aéreos también se pueden utilizar pipetas. No obstante, el tratamiento dura varios días. Además de aplicar la terapia específica, se puede reforzar el sistema inmunitario del pájaro con medidas coadyuvantes. Por ejemplo, se puede usar terapia de calor.