Productos similares:
Información del producto
Este libro toma algunos puntos ya esbozados en su libro anterior para profundizar en ellos. Como bien lo nota José Milmaniene, su interés principal reside en descubrir la filiación del discurso freudiano imbuido del discurso judío. La autora descubre similitudes entre ambos a partir de sus estudios de psicoanálisis y se dispone a analizarlas, investigarlas y relacionarlas. Hay puntos de contacto cabalísticos, bíblicos y talmúdicos.Este libro intenta mostrar hasta que punto el hombre es influenciado por su medio, por el horizonte cultural del lugar en que se educó y por la trasmisión en acto que abrevó en la tradición de sus ancestros.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.Poder-Curar para profundizar en ellos. Como bien lo nota José Milmaniene, su interés principal reside en descubrir la filiación del discurso freudiano imbuido del discurso judío. La autora descubre similitudes entre ambos a partir de sus estudios de psicoanálisis y se dispone a analizarlas, investigarlas y relacionarlas. Hay puntos de contacto cabalísticos, bíblicos y talmúdicos.Este libro intenta mostrar hasta que punto el hombre es influenciado por su medio, por el horizonte cultural del lugar en que se educó y por la trasmisión en acto que abrevó en la tradición de sus ancestros.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.Este libro intenta mostrar hasta que punto el hombre es influenciado por su medio, por el horizonte cultural del lugar en que se educó y por la trasmisión en acto que abrevó en la tradición de sus ancestros.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.En su recorrido, el objetivo más importante reside en marcar la importancia de reconocer y aceptar aquello que forma parte de la identidad propia, de la construcción de la subjetividad. Y la idea que subyace en el texto es que no solo es innecesario, sino inútil y hasta imposible tratar de negar la procedencia: la misma que es impuesta.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.Con pacientes investigaciones y consultas en numerosas fuentes fidedignas, la autora recurre al libro fundante de la cultura occidental, la Biblia, como un soporte, que domina, para tomar distintos relatos que grafican claramente su decir, como cuando se refiere al mito de Caín y Abel se requería un largo trabajo de elaboración para lograr superar esta etapa de odio, fundado en un mecanismo forclusivo del Otro para luego arribar a una identidad basada en el respeto y el amor semejante.