Violencia, paz y política exterior en Colombia

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La degradación del conflicto interno en Colombia coloca a la población civil en la mira de los actores armados, hasta convertirla en la práctica en lo que éstos han dado en denominar objetivo militar. Esa misma degradación hace que Colombia sea crecientemente materia de atención y preocupación de la comunidad internacional.Estas dos realidades están reflejadas claramente en los ensayos que en forma cuidadosa se han escogido para integrar esta publicación.La población, agredida por paramilitares y guerrilleros, abandonada a sus suerte por el Estado, sin nada más que perder que la propia vida de los asociados, ha empezado a asumir desde hace ya algún tiempo riesgos impensables y se ha enfrentado de diversas maneras a los violentos.No obstante, esas semillas de resistencia civil tendrán que sortear dificultades dramáticas para germinar, porque tienen en frente una violencia autista con la obsesión de un pretendido dominio territorial. La población civil tendrá que enfrentar los desafíos de una parte, de quienes creen que la eliminación física de los pobladores y su desplazamiento debilita a sus contendores, y de la otra, de aquellos cada vez más atrapados en la dinámica de las drogas ilícitas que los financian, más apartados de la corriente histórica de los movimientos populares y más desprovistos de los ideales políticos revolucionarios que le dieron aliento a la insurgencia en los años 60,70 y 80.Estas dos realidades están reflejadas claramente en los ensayos que en forma cuidadosa se han escogido para integrar esta publicación.La población, agredida por paramilitares y guerrilleros, abandonada a sus suerte por el Estado, sin nada más que perder que la propia vida de los asociados, ha empezado a asumir desde hace ya algún tiempo riesgos impensables y se ha enfrentado de diversas maneras a los violentos.No obstante, esas semillas de resistencia civil tendrán que sortear dificultades dramáticas para germinar, porque tienen en frente una violencia autista con la obsesión de un pretendido dominio territorial. La población civil tendrá que enfrentar los desafíos de una parte, de quienes creen que la eliminación física de los pobladores y su desplazamiento debilita a sus contendores, y de la otra, de aquellos cada vez más atrapados en la dinámica de las drogas ilícitas que los financian, más apartados de la corriente histórica de los movimientos populares y más desprovistos de los ideales políticos revolucionarios que le dieron aliento a la insurgencia en los años 60,70 y 80.La población, agredida por paramilitares y guerrilleros, abandonada a sus suerte por el Estado, sin nada más que perder que la propia vida de los asociados, ha empezado a asumir desde hace ya algún tiempo riesgos impensables y se ha enfrentado de diversas maneras a los violentos.No obstante, esas semillas de resistencia civil tendrán que sortear dificultades dramáticas para germinar, porque tienen en frente una violencia autista con la obsesión de un pretendido dominio territorial. La población civil tendrá que enfrentar los desafíos de una parte, de quienes creen que la eliminación física de los pobladores y su desplazamiento debilita a sus contendores, y de la otra, de aquellos cada vez más atrapados en la dinámica de las drogas ilícitas que los financian, más apartados de la corriente histórica de los movimientos populares y más desprovistos de los ideales políticos revolucionarios que le dieron aliento a la insurgencia en los años 60,70 y 80.No obstante, esas semillas de resistencia civil tendrán que sortear dificultades dramáticas para germinar, porque tienen en frente una violencia autista con la obsesión de un pretendido dominio territorial. La población civil tendrá que enfrentar los desafíos de una parte, de quienes creen que la eliminación física de los pobladores y su desplazamiento debilita a sus contendores, y de la otra, de aquellos cada vez más atrapados en la dinámica de las drogas ilícitas que los financian, más apartados de la corriente histórica de los movimientos populares y más desprovistos de los ideales políticos revolucionarios que le dieron aliento a la insurgencia en los años 60,70 y 80.